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Hace unos meses en la revista Infocop se publicaba que la revista BMC Psychiatry daba a conocer un estudio sobre el uso de medicamentos con receta sin prescripción médica en distintos países de la Unión Europea.

En el estudio participaron casi 23.000 personas, entre 12 y 49 años, procedentes de 5 países: Dinamarca, Alemania, Gran Bretaña, España y Suecia. En la encuesta se obtuvieron datos acerca del consumo sin prescripción médica, durante el último año o en algún momento de su vida, de medicamentos que necesitan receta como son los estimulantes, los opioides o los sedantes; asimismo se obtuvo información acerca de cómo se adquirieron dichos medicamentos.

Los resultados generales muestran que un 13,5% de los encuestados han consumido opiáceos sin prescripción médica en algún momento a lo largo de sus vida,  un 10,9% ha consumido sedantes y un 7% estimulantes. En relación con el consumo durante el último año, un 5% habían consumido opiáceos, un 5,8% sedantes y un 2,8% estimulantes.

Si se tienen en cuenta los datos según países, Alemania mostró los porcentajes más bajos, y Gran Bretaña, España y Suecia los más altos. El mayor porcentaje del uso de opioides lo tiene España, con un 18% de encuestados que los han consumido en algún momento de su vida sin la prescripción del médico, y un 7% lo ha hecho durante el último año.

De los 5 países evaluados, España también es el primero en consumo de sedantes como el lorazepam, el diazepam o el bromazepam. El 18% de los encuestados reconoce haberlos tomado en algún momento de su vida, y más de un 9% lo ha hecho durante el último año. Según los datos, en algunas ocasiones se mezcla el consumo de los sedantes, con el de alcohol o cocaína. En el caso de los estimulantes, es Reino Unido el que encabeza el consumo inadecuado. El 9% admite haberlos consumido sin prescripción médica a lo largo de su vida, y el 4% durante el último año. Entre los 5.500 españoles encuestados el porcentaje de consumo de estimulantes alcanza el 6,8% y el 2,4% respectivamente.

En cuanto a la manera de conseguir los medicamentos, la forma más habitual fue por medio de familiares o amigos (44% de los opioides, 62% de los sedantes). Otra fuente común son las farmacias de internet; el 4,1% de los opioides, el 7,6% de los estimulantes y el 2,7% de los sedantes, fueron conseguidos por este medio.

Según esta investigación las personas que consumían estos medicamentos sin la prescripción de un médico, también tenían una mayor probabilidad de consumir alguna droga ilícita. Por otro lado, factores de riesgo relacionados con una mala salud mental y sexual, se asociaron con una mayor probabilidad de consumo de medicamentos sin prescripción médica.

Los datos también revelaron que el hecho de haber recibido una prescripción médica  de uno de estos fármacos en el pasado, provocó un importante aumento del riesgo de hacer un uso inapropiado de dicho medicamento. Ese riesgo es diez veces mayor en el caso de los tranquilizantes, ocho veces mayor para los opioides y siete veces mayor para los estimulantes, si se compara con el riesgo de personas a las que nunca se les ha recetado uno de esos fármacos. Este abuso iniciado con fármacos originalmente prescritos adecuadamente se conoce como adicción iatrogénica.

En resumen, España es uno de los países europeos que se encuentra a la cabeza en el problema del consumo inadecuado de medicamentos, lo que alerta sobre su fácil adquisición, y la ligereza con la que las personas los recomiendan a familiares y amigos, sin tener en cuenta los probables efectos adversos. En realidad esto no sorprende dada la falta de educación en Salud Mental que se tiene; se abarca el síntoma de forma puntual y con la creencia de que tiene que desaparecer rápido y no se aborda el problema. Este estudio refleja una vez más la necesidad de recurrir a la psicoterapia para afrontar los problemas y situaciones de estrés, ansiedad, depresión o malestar que se puedan tener. El uso y abuso de calmantes y opioides sin ninguna prescripción médica, y en otras ocasiones con el beneplácito médico por falta de tiempo, y por querer abordar el problema de forma rápida, no así eficiente, conlleva dependencia, cronicidad, y deterioro en la salud mental.

Hace más 20 años empecé a acompañar a personas que han sufrido y siguen sufriendo. Me licencié en Psicología y he realizado diferentes Máster relacionados con la práctica clínica, las relaciones familiares y el Trastorno Límite de Personalidad. Mi trabajo ha sido la atención psicoterapeutica en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, en diferentes Organizaciones y Fundaciones y en la consulta privada. En estos años he trabajado con traumas en la infancia y en la vida adulta, relaciones de dependencia, duelos, depresión, ansiedad que impiden que la persona pueda ser protagonista de su vida y no una mera marioneta de sí mismo y de los demás. Todo lo vivido, si no se analiza y reflexiona, se vuelve un acumulador de experiencias negativas que nos hace enfermar a nivel mental y nos afecta en la identidad, autoestima e integridad personal. En nuestro Centro Sanitario realizamos terapia individual, de pareja y familiar desde una integración de modelos como es el Cognitivo Conductual, Psicodinámico, Sistémico y EMDR.

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