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El insomnio llena las consultas de los centros de salud. Muchas personas reclaman que no pueden dormir y que se les prescriba algo para evitarlo. La cantidad de medicamentos y de soluciones naturales que combaten el insomnio mueve millones de euros a lo largo del año, llegando a ser un problema muy serio para la persona que lo sufre.

El insomnio claramente afecta toda la vida de la persona ya que el sueño es reparador y sino se tiene se dificulta el proceso de organización y descanso mental. Durante el tiempo de sueño la persona descansa física y mentalmente, pudiendo el cerebro organizar y ordenar todo lo acontecido durante el día; preocupaciones, sensaciones, en definitiva vivencias.

Causas del insomnio

Las causas del insomnio pueden ser diversas, ya que hay factores fisiológicos, neurológicos y psicológicos que pueden estar afectando, lo cierto es que sean las causas que sean, las consecuencias del insomnio afectan a la mayor parte de la vida personal: cansancio, irritabilidad, sentimiento de impotencia, ansiedad anticipatoria por el hecho de ir a dormir, depresión, paranoia, e incluso alucinaciones

Cuando pasamos etapas críticas a nivel emocional, como puede ser una situación de inestabilidad laboral, ruptura de pareja, duelo por la muerte o enfermedad de un ser querido, uno de los indicadores más comunes es la aparición del insomnio ya que el cerebro parece no poder desconectar y pausarse. Tardar en dormirse o despertarse de madrugada y no poder volver a conciliar el sueño suelen ser las características más comunes.

El problema se agrava notablemente si de ser algo puntual se convierte en insomnio crónico, alargándose en el tiempo y limitando cada vez más la vida personal, familiar, social y laboral, llegando a convertirse en un problema de salud pública que, como se señalo al principio de este artículo, satura las consultas médicas esperando una solución en la medicación.

La medicación o las alternativas naturales, como la pasiflora, melatonina, valeriana, etc, pueden ser un soporte adecuado, pero también en numerosas ocasiones insuficiente. Por tanto, resulta imprescindible valorar las condiciones médicas y psicológicas en las que se encuentra la persona y ser consciente de cómo los factores físicos y emocionales están interrelacionados y se afectan mutuamente. Por ejemplo, hay determinados tratamientos farmacológicos cuyos efectos secundarios tienen el insomnio como consecuencia, por tanto poder entender las causas resulta imprescindible para poder programar un tratamiento eficiente y que la persona recupere la sensación de control y de descanso vital.

El insomnio es síntoma de diferentes patologías psicológicas como la depresión, el trastorno bipolar, la ansiedad generalizada, el Trastorno por Estrés Postraumático, etc., por tanto analizar los aspectos emocionales clarifica el tipo de intervención a llevar a cabo.

En psicoterapia se aborda el insomnio desde un plano realista, para no generar expectativas irreales, ya que la persona con insomnio quiere dejar de padecerlo y en ocasiones llega a convertirse en una obsesión, lo cual incrementa la ansiedad y angustia, reforzándose el insomnio. La Psicoterapia Cognitivo Conductual se ha mostrado en diferentes estudios cómo de las corrientes más eficaces, con cambios en 4-8 sesiones, pero para lograr mejoría es clave la detección temprana, ya que a más tiempo, mayor deterioro personal.

A nivel operativo, además de la psicoterapia y el apoyo farmacológico, hay ciertos aspectos que ayudan a combatir el insomnio:

  • Desde niños contar con una rutina a la hora de dormir y no ser «tacaño» en las horas de descanso.
  • No usar dispositivos tipo tablet o móvil antes de dormir, ya que son excitantes.
  • Realizar durante el día ejercicio físico, pero no previo dormir.
  • Realizar alguna meditación antes de descansar.
  • Centrarse en el momento de dormir exclusivamente sin permitir que aparezcan intrusiones que nos alejan de un momento de descanso y lo único que hacen es activarnos y preocuparnos.

Dormir bien es sinónimo de salud, de descanso y es un área que tiene que ser intensamente protegida.

Hace más 20 años empecé a acompañar a personas que han sufrido y siguen sufriendo. Me licencié en Psicología y he realizado diferentes Máster relacionados con la práctica clínica, las relaciones familiares y el Trastorno Límite de Personalidad. Mi trabajo ha sido la atención psicoterapeutica en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, en diferentes Organizaciones y Fundaciones y en la consulta privada. En estos años he trabajado con traumas en la infancia y en la vida adulta, relaciones de dependencia, duelos, depresión, ansiedad que impiden que la persona pueda ser protagonista de su vida y no una mera marioneta de sí mismo y de los demás. Todo lo vivido, si no se analiza y reflexiona, se vuelve un acumulador de experiencias negativas que nos hace enfermar a nivel mental y nos afecta en la identidad, autoestima e integridad personal. En nuestro Centro Sanitario realizamos terapia individual, de pareja y familiar desde una integración de modelos como es el Cognitivo Conductual, Psicodinámico, Sistémico y EMDR.

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