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Sexo y amor, no tienen por qué ir juntos

Sexo y amor pueden o no ir unidos. Seguramente muchos habéis visto la película española: Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo. Aunque no me voy a centrar en la película en sí, voy a destacar y hacer hincapié en el significado de su título. Por qué  a menudo llamamos, vemos esperamos e interpretamos las relacions sexuales como muestras de amor cuado en ocasiones son puramente sexo; y no por ello es algo negativo.

En una pareja heterosexual, por ejemplo, se han conocido, flirteado, y quedado a menudo. De forma automática se conectan y saltan ciertas creencias que se tienen muy arraigadas: «Me ha llamado; está interesado en mí», «Quiere algo conmigo», «Si me sigue llamando es porque le gusto….«

En un momento dado esas dos personas mantienen relaciones sexuales y cuando se da la despedida pueden ocurrir varias situaciones:

– Se vuelven a llamar, quedar y pueden repetir o no esa relación sexual. Su relación se basa puramente en el sexo.

– Dejan de verse y la interacción  se ha quedado en eso y punto.

– Vuelven a quedar y pueden ir iniciando una relación.

Lo cierto es que a menudo dentro del sexo y amor lo que se espera es esta última situación; es decir, que uno espera algo del otro (amor) que el otro no puede o quiere tener. Quiere exclusivamente sexo y/o intimidad, punto.

El sexo lleva emparejado expresiones de intimidad y cierta afectividad pero sexo y amor no tienen que ir de la mano: Hay besos, abrazos, caricias que se pueden fácilmente conectar con la parte emocional y con ciertas expectativas hacia la otra persona: «Si me vuelve  a llamar es porque le importo y quiere algo más», » Dice que solo quiere sexo y que no me puede dar más pero seguro que poco a poco se dará cuenta de que realmente quiere estar conmigo…»  He escuchado tantas veces estos comentarios de personas hetero y homosexuales que se «enganchan» a unas expectativas sobre lo que la relación sexual les puede llevar, y que luego se chocan con una realidad en la que la otra persona espera algo muy diferente con respecto a ese contacto físico; para una persona el sexo puede ser el medio para mostrar afecto y lograr una relación estable,  para otra puede ser una mera relación placentera y que libera, para otra puede ser una forma de lograr una intimidad., etc. 

Durante años hemos sido educadas; sobre todo las mujeres, para no poder desligar sexo y amor y eso nos ha jugado muy malas experiencias porque no nos han permitido disfrutar y conocer nuestra sexualidad libremente. En terapia, y en la vida cotidiana estamos rodeadas de experiencias de desencanto, de frustración, de rabia, de malestar de muchas mujeres que esperaban a través del sexo lograr amor. Incluso mujeres de edad avanzada queseñalan que nunca realmente habían disfrutado del sexo; que lo hacían porque era la forma de que su pareja les prestara atención y que era ahí cuando se mostraban afectuosos; cosa que en su vida cotidiana no lo eran. Luego se finalizaba la relación sexual y ellas se sentían «utilizadas» y engañadas porque esperaban que ese afecto fuese generalizado. Había un problema de base en la relación de pareja que con el sexo no se iba  a solucionar.

Si nos ponemos a pensar en la cantidad de embarazos de chicas adolescentes ahí tendríamos respuesta: hay educación sexual; todos los adolescentes saben  lo que es un pene, una vagina, el coito, el sexo oral, pero no hay educación emocional que me enseñe a saber valorar lo que yo realmente deseo, a saber respetar lo que espera el otro de mí pero también ver si me conviene o no a nivel personal aceptarlo (si busco una relación estable ¿por qué me voy a empeñar y «enganchar» con una persona que no quiere lo mismo?). Si yo valoro mi cuerpo; por qué me voy a arriesgar a tener un embarazo no deseado o contagiarme de una enfermedad infecciosa porque el hombre o mujer con la que estoy me presiona (desde el plano emocional) para que tengamos relaciones sexuales de la manera que él o ella desea. Por eso la importancia de mi conocimiento emocional y asertividad; poder disfrutar del sexo libremente, sin tener por qué esperar una relación estable, pero sí de la manera en la que yo haga lo que deseo para cuidarme, sin presión o chantaje.

También respecto al sexo y amor puede ser el momento de replantearse ciertas creencias que se tienen muy arraigadas y que nos han perjudicado o limitado mucho. Por ejemplo, el pensamiento arraigado de no verse merecedor o merecedora del placer y estar pendiente de que la otra persona disfrute y yo no. Un libro que he recomendado a numerosas personas es el de Sylvia de Bejar. Tu sexo es tuyo. En él detalla la importancia también de aprender a considerar el sexo como disfrute e ir echando para abajo ciertos esquemas sobre el disfrute y el sexo que a menudo hemos tenido y nos han limitado.

Las películas que nos llegan en temas de sexo y amor; sobre todo las americanas suelen tener ese «final feliz» del que una relación sexual esporádica al final conlleva una relación estable. Eso no tiene por qué ser lo mejor para una historia. La realidad es que a menudo el mejor final es descubrir lo que uno realmente quiere, desea en ese momento, elige, y es. Esto conlleva un replanteamiento de creencias y expectativas que se han visto como normales, que  a lo mejor hemos adoptado como nuestras y son de nuestros padres, amigos, hermanos, sociedad,  y a lo mejor no son lo que deseas ahora. Tú decides.

akanapsicologia.com

Hace más 20 años empecé a acompañar a personas que han sufrido y siguen sufriendo. Me licencié en Psicología y he realizado diferentes Máster relacionados con la práctica clínica, las relaciones familiares y el Trastorno Límite de Personalidad. Mi trabajo ha sido la atención psicoterapeutica en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, en diferentes Organizaciones y Fundaciones y en la consulta privada. En estos años he trabajado con traumas en la infancia y en la vida adulta, relaciones de dependencia, duelos, depresión, ansiedad que impiden que la persona pueda ser protagonista de su vida y no una mera marioneta de sí mismo y de los demás. Todo lo vivido, si no se analiza y reflexiona, se vuelve un acumulador de experiencias negativas que nos hace enfermar a nivel mental y nos afecta en la identidad, autoestima e integridad personal. En nuestro Centro Sanitario realizamos terapia individual, de pareja y familiar desde una integración de modelos como es el Cognitivo Conductual, Psicodinámico, Sistémico y EMDR.

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