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Las redes sociales permiten exibirnos, mostrar lo que no somos y dar una imagen de lo que queremos ser.
En términos psicológicos podemos hablar de que las redes sociales cumplen la función de mostrar al resto del mundo el ideal del yo, lo que nos gustaría ser, lo que ansiamos ser, pero que no somos.
Y qué se proyecta a traves de las redes sociales? La diversión, el dinamismo, el placer, el ser más que los demás, tener más y estar rodeado de gente que nos estima. En realidad las redes sociales son un escaparate donde mostrar una vida y tambien una marca. En general se quiere «vender» una imagen, tu imagen, tu vida, aparentando triunfo, valentia, exito y amor y por supuesto tratando de representar una estabilidad que frecuentemente no existe.
Con las redes sociales se potencian aspectos muy primitivos del ser humano. El mostrarse ante otros para alardear como un pavo desplegando su cola, querer ser aceptado y admirado y no rechazado, la muestra del placer por el placer que alimenta el narcisismo. Pero también con las redes sociales se disparan la ira y el enfado donde cada cuál se siente ofendido por cualquier mínimo aspecto y se cree con derecho de responder de manera temperamental y poco constructiva, sin ningún tipo de filtro o empatía hacia los demás porque las redes sociales deshumanizan:» Digo lo que quiero y me siento con impunidad para hacerlo, machaco al otro porque no hay una conexión personal sino que la pantalla enfría la interacción y deshumaniza al otro«.
Hace unas semanas un hombre en Italia que conducía retransmitiendolo directamente en Facebook  sufria un accidente en el que su hijo de trece años  fallecía y el de nueve años se encontraba en estado muy grave y con lesiones cerebrales irreparables.
Por un mostrarse, aparentar, querer alimentar el narcisismo a base de actos sin sentido ya no va a poder abrazar y tocar a su hijo, lo experiencial, lo real, la vida.
El uso de los selfies en situaciones de riesgo ha conllevado distintas muertes por enfocar mas la atencion en la imagen a mostrar a los demas que en la realidad del riesgo que se puede estar viviendo.
El uso y abuso de las redes sociales no hace otra cosa que tapar vacíos, huecos personales que deberían ser trabajados en psicoterapia. A mas vacios, mas necesidad de admiracion por parte de los demas, mas abuso de las redes, mas debilidad personal, mas ansiedad a la perdida de la conectividad, menor reflexividad y aumento de situaciones de riesgo si la persona tiene limitaciones con el control de impulsos.
A traves de las redes se vende, pero si nos quedamos en «ser» exclusivamente un producto para los demas tenemos un problema personal a trabajar.
En definitiva la utilidad de las redes sociales queda nublada por las carencias personales y estas se potencian a traves de las redes sociales.

Hace más 20 años empecé a acompañar a personas que han sufrido y siguen sufriendo. Me licencié en Psicología y he realizado diferentes Máster relacionados con la práctica clínica, las relaciones familiares y el Trastorno Límite de Personalidad. Mi trabajo ha sido la atención psicoterapeutica en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, en diferentes Organizaciones y Fundaciones y en la consulta privada. En estos años he trabajado con traumas en la infancia y en la vida adulta, relaciones de dependencia, duelos, depresión, ansiedad que impiden que la persona pueda ser protagonista de su vida y no una mera marioneta de sí mismo y de los demás. Todo lo vivido, si no se analiza y reflexiona, se vuelve un acumulador de experiencias negativas que nos hace enfermar a nivel mental y nos afecta en la identidad, autoestima e integridad personal. En nuestro Centro Sanitario realizamos terapia individual, de pareja y familiar desde una integración de modelos como es el Cognitivo Conductual, Psicodinámico, Sistémico y EMDR.

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